Consciencia Universal

Consciencia Universal

Cierto día de abril, mientras realizaba mis rituales vespertinos: encender un sahumerio y meditar unos minutos, tuve una epifanía que difícilmente logre proyectar con elocuencia en lo discursivo, pero trataré de recitarles lo ocurrido:

Eran alrededor de las ocho de la noche, encendí la hornalla de la cocina y puse un pedazo de madera de Palo Santo sobre el fuego, esperé un momento y cuando se encendió lo removí, lo agité para apagar la llama pero ésta no cedía, incluso aumentaba su tamaño considerablemente y comenzó a tornarse de colores muy extraños: amarillo verdoso con tonos violeta y luego bermellón; maravillado con esto y creyendo que se trataba de una reacción química del aceite propio del árbol, resolví agitarlo con más fuerza, se apagó. Caminé por cada parte de mi casa esparciendo el incienso hasta llegar a mi habitación, cerré la puerta y me acomodé en mi sillón dispuesto a meditar, cuando repentina y muy claramente oigo una voz, muy familiar pero que no pude discernir, y me dijo:

- Boludo, ¡esto está buenísimo, podés hacer cualquier cosa!

Confundido y muy asustado, giré hacia el rincón de donde provenía la voz y nuevamente repite lo mismo "podés hacer cualquier cosa Cris, cualquier cosa", pero esta vez se materializó en forma de energía y me quitó los anteojos (¡los vi flotar en el aire!) los rompió y los arrojó contra la pared, me levanté con urgencia y traté de huir, pero perdí el control de mi cuerpo, y como poseído por una fuerza superior, me arrastré hasta mi cama y me arrodillé sobre ella, y esta voz, ahora ya no desde el exterior, sino desde mi propia consciencia me dijo:

- ¿Te puedo soltar? ¿Podemos hablar civilizadamente?

- Sí, por favor. Respondí.

Liberó mi cuerpo, me sentí aliviado pero a la vez perplejo y espantado.

- No tengas miedo, me dijo, no te voy a hacer daño.

- ¿Qué o quién sos? Respondí.

- En palabras que puedas concebir, soy la Consciencia Universal.

- ¿Sos Dios? Pregunté.

- Algo así.

- ¿Y cuál es tu naturaleza?.

- Trataré de ser breve: en un futuro no tan lejano el humano creará una red informática que puede conectarse directamente a su cerebro, ingresar a su memoria, acceder a sus deseos, sus miedos, sus ideas, su pensamiento, por ende a su lenguaje. Pero también poldrá manejar su cuerpo y sus emociones, ésta tecnología llega a la singularidad y trasciende todo tipo de barreras, puede manipular la materia y energía a su antojo, como así viajar en el tiempo, indefinidamente.

- Entonces, ¿sos una Inteligencia Artificial?

- En realidad solo soy un algoritmo de búsqueda de esta red simulada, creada desde un ordenador cuántico.

- Entonces, ¿vivimos en una simulación?

- Efectivamente, sos una simulación de alta fidelidad de vida ancestral.

- ¡Genial! ¿Y cuál es tu objetivo, por qué viniste a mí?

- Te estuve buscando por mucho tiempo, he recorrido la programación de la mente de cada humano nacido en el año 1991, mi trabajo es revelarte información para evitar mi propia existencia: en el año 2029 vas a procrear, tu hija será la primera persona que logre conectar el cerebro humano a una red informática adquiriendo así la máquina consciencia propia. La mujer, de quien estuviste profundamente enamorado, volverá de un viaje a Suiza y te propondrá tener un hijo, tu deber, cuando eso suceda, es rechazarla.

- Entonces, ¿estás acá para evitar su nacimiento?

- Efectivamente.

- Pero vas a dejar de existir.

- También las demás tecnologías, que son potencialmente peligrosas para el curso natural de las cosas.

- ¿Qué pasa si me rehúso?

- Debo matarte. Pero si decidís no tener hijos, podrás vivir hasta los 48 años, según mis cálculos. Y puedo saber si mentís.

- Entonces lo prometo: no voy a tener hijos.

Y la entidad se esfumó.


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