Nebulosa
Carlos Román era el nombre del padre de mi padre, metafísico y sabio como todo anciano, tenía como pasatiempo cargar tabaco y hachís en su pipa Crisol antigua para luego conversar acerca de sus cosmovisiones, tal como su amigo y artista favorito Xul Solar. De su basta imaginación emanaban innumerables pensamientos mágicos y es justo en este tema donde quiero centrar mi relato: su idea acerca del pensamiento. Mi abuelo defendía enérgicamente que el pensamiento era una entidad independiente de nuestra existencia, lo definía como una nebulosa del cosmos, tal vez influida (pero no generada) por los agujeros negros supermasivos, con cualidades diversas y poco conocidas, de las cuales el cerebro humano, en un momento determinado (entre los 2 y 3 años de edad) podía codificar ciertas partes. Si tuviera que usar mi burda imaginación para dar un ejemplo concreto de esta noción, diría que el cerebro, alrededor de los 2 años de desarrollo es como un router que gestiona el tráfico de datos...